En estas fechas tan señaladas no puedo evitar tener sentimientos encontrados. Por una parte, no soporto las Navidades porque si indagas un poco y la observas desde fuera te das cuenta que es cómo Halloween, Carnaval, San Valentín, Acción de gracias, etc. Unas fechas comerciales cuyo máximo interés es vender. Incontables adornos absurdos que año tras año facturan millones, regalos y más regalos que acaban por hacer hervir las tarjetas del banco... Pero por otro lado, podemos decir que ese pseudo-sentimiento colectivo que se genera a base de propagandas y ambientación generalizada a base de arbolitos, gorros SantaClausCocaCola, estrellitas, etc, acaba por convertirse en algo real y, no nos engañemos, estas fechas son la excusa perfecta para reunirse con toda la familia.
Por ello os deseo felices fiestas y, más que regalar cosas, os aconsejo que aprovecheis el tiempo en hablar con vuestros seres queridos, pues todo se termina y luego sentimos nostálgia por aquellos que se fueron.
Feliz Navidad.